El ejército ocupó todos los locales sindicales e instalaciones ferrocarrileras, aprehendió a casi 10 mil trabajadores y luego fueron despedidos casi 9 mil.
La empresa ferrocarrilera y rescatistas enviaron dos grúas para ayudar a buscar más víctimas entre los ocho vagones descarrilados y destrozados, dijeron las autoridades.
Por algo es que los ejércitos tienen unidades de zapadores y ferrocarrileros encargados justamente de solucionar el problema de la circulación de los abastecimientos.