El chakra del plexo solar estaba desfigurado y parecía como si el pequeño torbellino de la parte superior izquierda sobresaliera como un muelle estirado.
Sin embargo, aquellos que prefieren mantener su juventud gracias a las operaciones estéticas han desfigurado sus rostros y cuerpos de maneras incorregibles.
Los mínangkabauers juzgan muy inconveniente tiznar o ensuciar la cara del que duerme, pues temen que su alma renuncie a reingresar en un cuerpo así desfigurado.