El plazo de respuesta es como máximo de 60 días calendarios, luego de los cuales el organismo encargado enviará una contestación de procedencia o improcedencia.
El demandado deberá tachar los documentos acompañados con la demanda en la oportunidad de la contestación, formalizando fundamentadamente en ese mismo acto la tacha.
El resultado es esencialmente doloroso; a la mañana siguiente, tras una contestación mía levantisca, unos coscorrones frenéticos pretenden enseñar me que la vida es dulce.