También se producen blandenguerías en algunos ciudadanos que se habitúan a recibir y dedican poco tiempo a meditar, leer periódicos e informarse de las realidades.
Mas que síntoma de blandenguería, yo afirmo que la sentimentalidad bien llevada es capaz de dotar de fuerza y carácter a una historia, hacer que realmente merezca la pena.
Una trama ya vista mil veces (exagerando), mezclando con blandenguería conflictos familiares y manidas soluciones románticas, en el entorno siempre resultón, como es el mundo del deporte.