Esto no me hace cómplice del enanismo mental de ciertos dirigentes cristianos que han abrazado la espiritualidad, tras canonjías terrenales muy materiales y pueriles.
Las puertas de sus casas continuaban cerradas a doble llave y con candado; las calles desoladas; el pueblo semimuerto, semivivo, semiexistente, abrazado por un sol intenso, con una sequía agobiante.
Spencer veía claramente que una vez había abrazado el naturalismo filosófico, no tenía alternativa más que aceptar alguna forma de evolución naturalista.