Creo que los execrables actos de repudio hubieran desaparecido de la escena nacional si toda la ciudadanía hubiera cerrado filas solidarias contra esos atropellos.
Avanzaban un tramo importante y de repente se ladeaban y se inmiscuían lateralmente entre las filas de guerreros, para luego volver a salir hacia adelante en una especie de zigzagueo.