Allí, ante su mirada amedrentada, desfilará un mundo de ocio y de refinamiento en el que las inocentes diversiones alimentarán maquinaciones y estrategias de seducción.
Pero es el coche en el que pasea con su novia después de trabajar seis días a la semana en un pequeño pueblo transilvano donde no hay otras diversiones.
Es hora, pues, de revisar hasta lo que cantamos porque el sexismo viene encubierto, reciclado y remasterizado a través de las inocentes y lúdicas diversiones.
La confianza, el consejo oportuno sobre las buenas costumbres, hábitos, diversiones o el orden de nuestros afectos, constituyen muestras claras de aprecio, compromiso y responsabilidad.