Podemos ver la permanencia de tendencias surrealistas, y la reelaboración de esa atmosfera metafísica en un nuevo estilo inclasificable, que logra inquietar desde el silencio.
Aunque posiblemente, uno de los motivos del cambio provenga de uno de los cachivaches más surrealistas y delirantes de la ciencia ficción: el replicador de alimentos.