La organización militarista y los ejércitos de los primeros estados, provistos con armas de bronce, dominaron a los pueblos que tenían cultura neolítica y calcolítica.
Los castillos nizaríes eran difícilmente conquistables: se construían en lugares poco accesibles, aprovechando accidentes del terreno, y solían estar bien provistos en cuanto a fuentes de agua y alimentos.