Con ello se sigue la inveterada tradición de presumir de un logro que no hace más que acusar la pertinaz negligencia de ciertos responsables institucionales.
Hay profesionales, muchos, con experiencia, formados, contrastados, y muy pertinaces en su trabajo, y que además también reconocen sus momentos de bajón.
Como todas las mujeres, cuando no tiene remedio se da cuenta, mientras la pertinaz gota, le da en el tozuelo q se ha dejado algo, (guantes, calcetines gordos, etc).