Asociados a la abundancia de agua encontramos también chopos, álamos, olmos, cañas, retamas, juncos, hiedras; en los barrancos y baladres, llatoneros, madroños o alborsos y otros.
Cerca de los dólmenes, donde ahora hay coscojas y estepas, crecían olmos, fresnos, alisos y avellanos, cerca de las fuentes y torrentes de los alrededores.