En un comienzo la enfermedad se manifiesta con los síntomas del resfriado común, con congestión nasal o moqueo, estornudos y tal vez tos o fiebre leves.
Dichos anticuerpos provocan la segregación de sustancias químicas, como la histamina, que produce varios síntomas, como picor, moqueo, tos o trastornos respiratorios.
Los síntomas de la influenza incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, moqueo o congestión nasal, dolores en el cuerpo, dolor de cabeza, escalofríos y fatiga.
Los medicamentos que no requieren receta pueden aliviar síntomas como moqueo, congestión, fiebre y dolores, pero no acortan la duración de la enfermedad en niños o adultos.