Con cuidado investigaba los caminos de los conejos, las liebres, los coipos o los zorros y, una vez convencido de su hábitat, montaba y disimulaba las trampas en el camino.
Ureta, que ahora tiene 70 años, plantó uno a uno los 7.000 árboles y los defendió con uñas y escopeta de los cuises y las liebres que ramoneaban los plantines.
Las presas de los pitones suelen ser pequeñas especies como liebres, conejos, corderos impala, antílope duiker, ardillas, pájaros, ratas, hurones, roedores, etc.