Sin embargo, la investigación nos dice que el lexicón mental se organiza en redes y que, por tanto, la rentabilidad de las listas de palabras es escasa.
Yo ya la he incorporado a mi lexicón mental y la incluiré en mis conversaciones o escritos en cuanto tenga ocasión, que me imagino que será muy pronto.
Cada vez que se escucha o se lee una palabra, esta no solamente entra en interacción con su equivalente en el lexicón, sino que refuerza su copia en él.