El irresistible poder de la tecnología apareció aquí, ya sea como un dominio de la insipidez por sobre el espíritu, o bien como quizás ingeniosa pero desalmada mecánica.
Desfilan inadvertidos, sin aprender ni enseñar, diluyendo en tedio su insipidez, vegetando en la sociedad que ignora su existencia: ceros a la izquierda que nada califican y para nada cuentan.