Como una bandada de frenéticas cacatúas, los gacetilleros a sueldo y los grandes empresarios tratan de convencer a la población con sus supuestas virtudes.
La crítica cinematográfica debe ocuparse de los tres aspectos, pero nunca del primero únicamente, porque eso es más propio de periodistas y gacetilleros.
Para formar parte del mundillo academico tienes que publicar y, sobre todo, descubrir y reivindicar, por lo que acaba incluyendo aquello que en principio alababa la critica gacetillera.