Por otro lado, las ideologías materialistas han ignorado totalmente el aspecto espiritual y moral de la vida y lo han descartado como ficticio e imaginario.
El título de deuda que posee ahora el capitalista dinerario representa capital real, esto es, valor en proceso de valorización; no es capital ficticio.
Sólo los blogs permiten generar escenarios delimitados propios donde el creador de mundos ficticios abre y cierra llaves de conecciones sociales a gusto.