El litio se utiliza en forma de sales para tratar enfermedades psiquiátricas como el trastorno bipolar (psicosis maniaco-depresiva) y depresiones, ya que funciona como un estabilizador del ánimo.
Kraepelin siglos más tarde, considera a los llamados temperamentos depresivo, maníaco, irascible y ciclotímico, como formas atenuadas o como una predisposición a la psicosis maniaco-depresiva.