Su contagiosidad es mucho más alta en entornos de gran cercanía y ambientes cerrados, tales como las escuelas, los cuarteles, las empresas, los asilos de ancianos, los hospitales, etcétera.
La contagiosidad de un paciente es mayor durante las etapas de enfermedad aguda, pero continua en menor grado en las semanas siguientes en las personas no tratadas o insuficientemente tratadas.