Cuéntame... ella exhaló el humo de sus pulmones armándose inconscientemente un aura de celajes misteriosos que caían rozando la periferia de su rostro.
Este asunto, como tantos y tantos episodios anteriores, quedará sumido en el olvido, será cubierto de celajes y habrá hasta quien niegue su existencia.
He visto la mañana soleada y brillante, el mediodía pesado e imponente, el atardecer pintado de celajes azules, celestes, amarillos, naranjas, rosados, morados y grises.
Pero lo que nos falta atractivo artístico es a menudo compensado por los dones naturales. por ejemplo, tenemos bellísimos atardeceres, el cielo adquiere vistosos celajes.