Alguien sugiere probar con un gallego enjuto, encorvado, cejudo y peliparado muy parecido al gorila y piensan que un pago de 500 pesos logrará convencerlo.
El que alguien pudiera dedicarse al birdwatching en medio del exterminio y extasiarse con, por ejemplo, el carricerín cejudo resulta asombroso y surrealista.