Cuando tenéis que hacer un trabajo espiritual, tenéis que tener armonía equilibradora y armoniosa pero no podéis desarmonizar otras cosas en vuestra vida.
Comprometernos con nuestro entorno buscando una transformación social, tranquila, armoniosa y ecuánime, logrando con esto una sociedad sustentable con una nueva visión del mundo.
Todos deberían, en cambio, avocarse a encontrar una fórmula diplomática armoniosa que evite reproducir escenarios de confrontación con consecuencias imprevisibles.