Esto es así porque las dos partes (que son irreconocibles presentadas aisladamente) están integradas en un único estímulo identificable, por el sistema nervioso auditivo.
La vegetación natural conservada está formada por pequeños rodales de segundo crecimiento distribuidos aisladamente en los potreros o a orillas de los ríos.
Si cada uno de esos hechos resulta, considerado aisladamente, difícil de explicar y comprender, es casi imposible, a mi parecer, que ambos hayan ocurrido conjuntamente.