Restauró el entusiasmo con un brindis ostentoso y muleteó de mayor a menor acople aunque tan vocinglero como siempre mientras el animal se dejó aunque sin humillar.
Vaya, vaya, que buen articulo hacia falta alguien que lo dijera, porque los pregoneros de milagros, los vocingleros redencionistas hacen mucho daño con su paquito.