No se puede tener esta doble moral infame, esta hipocresía vergonzosa y humillante, este acolite corifeo y vomitivo a unos asesinos torturadores y narcotraficantes.
Vergonzosa y vergonzante, agregaría, al observar tantas caras que lamentaban no tener otra - - aunque algunos tienen dos - - para presentar la ante las cámaras.
Aquél espacio frío, obscuro, sucio, sin verdaderas terapias ocupacionales, educacionales y laborales fueron destechados por una vergonzosa, inaceptable miseria alimentada por el violento olor de anti perdón y anti reconciliación.