Y los santuarios de todas las religiones guardan innumerables exvotos y tablillas conmemorativas, documentos que prueban, por la fuerza del número, el fondo de verdad de las curaciones realizadas.
Acojine las tablillas improvisadas con algodón o trapos limpios y fíje las (pero no demasiado apretadas), atándolas con vendajes, cinturones, corbatas o tiras de tela.
Posteriormente fueron añadiendo otras formas más sofisticadas, como la garrucha, el cepo, el aplasta pulgares, el tormento del agua, las tablillas, la doncella de hierro y otros.
En las tablillas de cera se esgrafiaba el texto con facilidad, con un estilo metálico u otro objeto punzante, y se borraban de manera también sencilla.