Estas preguntas no son respondidas adecuadamente e, incluso, escasas personas se las formulan, ensordecidas por la vocinglería de las discusiones superficiales.
El morro y los ollares se tornan resecos, agrietados o irritados, progresan hasta la necrosis con desprendimientos de las capas cutáneas superficiales.
Cosa muy distinta es un dogma seriamente digerido de esas superficiales impresiones que, emanadas del desorden de un espíritu sin atadero, van nadando en la fantasía temeraria e inciertamente.