En esto hay un rejuego de expectativas, preferencias individuales, elecciones estratégicas, etcétera, que se recrean bajo el esquema inflexible de cada franquicia.
Las diferencias en lo tocante a clima, materiales disponibles, preferencias y prácticas culturales y capacidad financiera fuerzan a establecer normas distintas para cada país.
Es posible concebir una situación en la que ningún agente tenga preferencias discriminatorias, pero sin embargo estas preferencias correctas no sean de conocimiento común.