Al interrumpir las guerrillas gritando y disparando, la yeguada y potros de la hacienda se espantó y co - rrió en tropel al corral donde acostumbraba guardarse.
Que los ejércitos, guerrillas y contraguerrillas latinoamericanas sean torpes, físicamente inferiores y pobremente entrenadas justifica (y hace urgente) la ayuda bienintencionada de la potencia.
Centroamérica fue conocida siempre como tierra de fraudes, cuartelazos, caudillos, dictadores militares, oligarquías voraces, magnicidios y guerrillas.
La contrainsurgencia del imperialismo, sobre todo norteamericano, se ha visto siempre impotente frente a las acciones descentralizadas de las guerrillas.