Luego cruza una pareja de yonquis, aparentemente en los primeros estadios del desmoronamiento físico, cariñosamente prendidos de la mano el uno de la otra.
A estas impostoras se les conoce como etimologías populares, aunque a nosotros nos gusta llamar las cariñosamente timologías, porque tienen más de timo que de étimo.
Algo parecido a la escritura automática - - le dice una stripper a punto de salir a escena - -, y que pudiera ser llamado cariñosamente la ficción automática.