Suele aparecer ruidoso, reguetónico, en cadencias repetitivas y procaces de palabrotas al desgaire que hieren los oídos; o en exageraciones de gestos duros y chiflidos.
En conjunto es un mundo sumamente estético, estridente de gráciles cadencias formales que revela una aguda dedicación intimista con gran riqueza de diseños.
Con repeticiones y pocos elementos, se pueden construir desde casitas con palos de paleta, hasta melodías sin sentido, donde las contorciones corporales son reflejos de cadencias inexistentes.
Tampoco se le puede reprochar que no maneje una versátil mezcla de melodías, instrumentos y cadencias que apelan a una multiculturalidad por encima de exotismos.