Por el contrario, todos resaltaron la excelencia de la atención recibida, y por sobre todo, la calidez y afectuosidad de todo el personal interviniente.
La idea es poder crear un ambiente de trabajo donde puedas disfrutar de toda la tranquilidad, la afectuosidad y el cariño que se caracteriza en tu hogar.
Los colores cálidos (como el rojo, el amarillo y el naranja) pueden producir una serie de emociones desde el confort y la afectuosidad hasta la hostilidad y el enojo.