Me extraña no haberlo detectado cuarenta años antes, cuando fumaba como un murciélago, no compraba tabaco nunca, y lo consideraba solamente un manguero, a secas.
Estos, que les dicen a los trabajadores que trabajen más, sean productivos y por menos, lo único que son unos mangueros, unos pedigüeños y unos destructores de sus propias empresas.