Las instituciones se han desmadrado y el subyuga miento de los poderes públicos pareciera convocarnos a la desidia y al abandono de la lucha por recuperar la patria.
Los personajes construyen la trama propuesta mediante expresiones faciales, corporales y sentidos relatos tan acertadamente que pareciera que no hiciera falta nada más.
Pareciera (falsa impresión) que nuestros pueblos aceptasen la desenfrenada codicia y la consecuente rapiña como algo inevitable que toca soportar estoicamente.