Pero es claro que los muchachos en la portería necesitan nutrirse de alguien que sea totalmente fogueado en el arco, les infunda liderazgo y seguridad.
El emprendedor emergente no tiene el dinero para pagarle la terminación de la preparación académica de un estudiado; mejor es traerlo ya preparado y fogueado.
Un profesional, especialmente contador o, en su defecto, administrador de empresas fogueado en las lides del negocio del vino y en exprimir hasta el último centavo.