A finales de 2010, los mayores 50 bancos privados gestionaban alrededor de 12,1 billones de dólares en activos transfronterizos invertidos por sus clientes.
Se incluyen normas sobre comercio transfronterizo y presencia temporal de personas con fines comerciales; servicios financieros, telecomunicaciones, comercio electrónico, transporte marítimo internacional.