Y creo que vds. ya conocen de mí que no soy precisamente de tragaderas estrechas en cuanto al uso del cinismo, sarcasmo, humor grueso y demás especias...
Debo reconocer que nosotros, los ciudadanos, tenemos grandes tragaderas porque estos ejemplos de corrupción y desvergüenza ya hace tiempo que vienen destruyendo nuestro maltrecho sistema democrático.