Un te quiero suspirado, medio mordido entre aliento y recuerdos que sale de lo profundo de la noche pasada, desesperadito, necesitado, extenuado, imposible, interminable.
Este post no es para pegaros la chapa (seguro que más de uno ha suspirado aliviado), es para enseñar os una canción que últimamente no puedo parar de escuchar.
Eran peinetas muy caras, ella lo sabía, y su corazón simplemente había suspirado por ellas y las había anhelado sin la menor esperanza de poseer las algún día.