Hablábamos sobre la actual coyuntura socioeconómica y, tras varias horas de divagaciones, llegamos a una conclusión: había demasiada gente que no sabía ser feliz.
Porque las adolescentes embarazadas deben enfrentarse con una mayor desprotección, con mayores preocupaciones sobre su salud y su situación socioeconómica.
El impacto sobre este grupo poblacional hace que tenga una altísima implicancia socioeconómica dado que involucra a personas en su plenitud social y laboral, indicó.