Crowley agregó que esto podría tener consecuencias catastróficas potencialmente irreversibles que nos hará repensar el sistema agrícola, incluyendo el uso de fertilizantes.
En 25 años, podremos tener millones de nanorobots en nuestro cuerpo con la loable finalidad de reforzar nuestro sistema inmunitario y mantenernos sanos.