Unos análisis realizados en 2007 de sedimentos de la parte norte del mar arábigo revelaron indicios químicos de emisiones de metano a gran escala, señalan los expertos.
El cauce de los ríos se encuentran totalmente colmatados por sedimentos obstruyendo el paso de las avenidas temporales o estacionales, ocasionando constantes desbordes.
Además, contribuye a que los sedimentos colmaten con más rapidez el lecho del río, lo que pone en peligro la cría de alevines y reduce la diversidad biológica.