La forma principal de degradación natural es la volatilización que permita transformaciones posteriores en la atmósfera a sustancias químicas menos tóxicas.
Las moléculas isómeras poseen diferentes propiedades físicas y químicas, y estas diferencias se atribuyeron a la existencia de fórmulas moleculares distintas.
Estos tipos de energía se producen en el organismo a partir de las sustancias químicas constituyentes de los macronutrientes por medio de complejas reacciones metabólicas.
La electrofisiología, combinada con farmacología (manipulación de las sustancias químicas que hay en el sistema nervioso), permiten conocer los mecanismos que subyacen a la transición despierto-dormido.