Muéstrate fuerte y animoso en los aprietos y estrecheces; y, de igual modo, cuando un viento demasiado propicio hincha tus velas, recóge las prudentemente.
Al que obra con malicia, le respondió el varón prudentemente, rigorosa justicia debe dar el castigo conveniente, y es bien ejercitarse la clemencia en el que peca por inadvertencia.