Celebración que ha continuado a cargo de los ex-trabajadores portuarios después de desaparecer este pintoresco barrio, en la consolidación de nuestra indeclinable vocación turística.
Debido a que los servicios navieros y marítimos portuarios son casi estándares, las empresas transnacionales simplemente moverían personas de otros países a realizar estas labores.
Una revolución que escapaba totalmente de los recetarios revolucionarios ultramarinos que orientaban la improvisada acción de las dirigencias de los centros portuarios.