En todo este pandemonio lamentablemente los regidores han olvidado su estatus dentro de la corporación municipal y los trabajadores su condición de tales.
El argumento oficial para justificar este pandemonio es el sistemático bloqueo de la oposición a todos sus intentos de cambiar el país, incluso a los más moderados.
Véanlos, con sus delantales manchados y sus antiparras salpicadas, entre máquinas enormes, tubos de ensayo, fuego y un pandemonio de líquidos vaporosos, carnes, grasas, aceites y cremas.