Se movía lentamente entre sus geranios y nomeolvides que le ofrecían una visión optimista de la vida, una pequeña dádiva de juventud que se renovaba cada primavera mitigando su soledad.
En sombra de tus pliegues se encarna la ternura, tal a una mano abierta que lo abarcara todo, y olvida nomeolvides en lugares ocultos de preciosos recuerdos.
Hasta las formas conjugadas se apuntan a la fiesta: recibo, pagaré, pésame o hasta la excéntrica nomeolvides, que luce palmito sustantival con sus pronombres y todo.
En zonas pequeñas es más eficaz intercalar con un solo color de plantas anuales, con plantas perennes tales como la ajuga, los nomeolvides o alguna hosta pequeña.