Sus remotos orígenes han dejado en sus alrededores un importante patrimonio arqueológico en forma de monumentos megalíticos tales como las taulas, los talayots y las navetas.
Aunque inicialmente sólo realizaron construcciones con materiales perecederos, poco después comienzan a aparecer dólmenes, navetas y enterramientos en cuevas artificiales que progresivamente se van haciendo más complejos.
Parece muy posible que estas nuevas construcciones se levantasen sobre obras anteriores las conocidas como habitaciones naviformes, espacios domésticos precisamente con forma de naveta que tuvieron gran desarrollo.