El estudio inicial lo adelantó con ciertas células de la sangre llamadas leucocitos (células del pus), una elección afortunada dado su carácter polinuclear.
Éste está presente en los glóbulos blancos (o leucocitos), pero no en los glóbulos rojos humanos (eritrocitos o hematíes), pues éstos carecen de núcleo.