Ecuatoriano ejemplar, la oligarquía de su país no sólo provocó su linchamiento sino también el ocultamiento de su preciosa herencia política: popular, laica, latinoamericanista.
Cosas robadas por esos malvivientes, no solo laicas, y a los objetos de servicio sacros divino esconden, los trasladan a otros lugares o los reelaboran.