Es tan típico como el jote, salud, por eso; acá es preferible decir que sí, total el ingenio criollo encontrará después alguna excusa que justifique la ausencia.
Desde este punto, comienza el ascenso por una ruta escarpada y con pendientes muy marcadas que ofrecen panorámicas maravillosas y, si hay suerte, el avistamiento de águilas, gavilanes y jotes.